Manuela & Alois B

Alois
¡Manuela! Quisiera hablar contigo sobre algo.

Manuela
Hola, Alois. ¿Estás bien? Te veo más serio que de costumbre.

Alois
Estoy metido en un brete. ¿Me ayudarías a buscar un regalo para mi chiquilla?

Alois
Su cumpleaños está al caer y no se me ocurre con qué puedo agasajarla.

Alois
La verdad es que, aunque le he enviado estupendos detalles año tras año, ninguno de ellos le ha hecho demasiada gracia.

Alois
Así que este año quiero elegir algo que sea verdaderamente único. ¡Algo que le guste de verdad!

Manuela
No soy madre, así que no tengo ni idea de cómo elegir un regalo para tu hija.

Manuela
Debo pedirte que te marches. Necesito hacer hueco para enfermos y heridos; seguro que llega alguno en cualquier momento.

Alois
¡Ten compasión! ¿No puedes intentarlo siquiera? ¡Es una emergencia!

Alois
Mira que le he dado vueltas, pero no sé qué tipo de cosas le gustan... y la fecha se acerca peligrosamente.

Alois
Pensé que una mujer joven como tú podría echarme una mano.

Manuela
¿P-perdona?... ¿Has dicho «joven»? ¿Podrías repetírmelo, por favor?

Alois
¡Faltaría más! Lo que sea por una dama tan joven, encantadora y bella como tú.

Alois
Dudo que exista alguien que encaje mejor con tales adjetivos.

Manuela
Bien, me has convencido con tus sagaces comentarios.

Manuela
Hablemos del regalo para tu hija.

Alois
¡Te lo agradezco! Entonces, ¿me acompañarás a comprarle algo cuando hayas acabado?

Manuela
Bueno. Empecemos primero por lo fácil: ¿qué cosas le gustan a tu hija?

Manuela
¿Qué otros regalos de cumpleaños le has hecho?

Alois
Los últimos años le enviaba siempre monedas antiguas.

Manuela
¿Cómo dices?

Alois
Monedas de civilizaciones antiguas. Las coleccionaba con mucho empeño para poder enviárselas a ella.

Alois
Son muy valiosas y tienen una gran importancia histórica. ¿No crees que son un regalo magnífico?

Manuela
(...)

Alois
¿Qué pasa? Supongo que las monedas antiguas no te parecen un regalo apropiado.

Manuela
Seguro que serían un obsequio estupendo... para alguien que supiese apreciarlas.

Manuela
¿Sabes qué, Alois? No desesperes; se me ocurrirá algo que le guste a tu hija y que le sirva para olvidarse de todos los regalos anteriores.