Balthus & Hilda B / houses.fedatamine.com

Balthus enters the scene

Calma, grandulón. ¡Soy una chica delicada!

¡Atrás, Hilda! ¡Yo me encargo!

Hilda enters the scene

Gracias por la ayuda, Baltie. ¿Estás bien?

¿Lo dices por esto? No es na... ¡Arg!

Pobre... No tenías que haberte metido. No te había pedido ayuda.

Si las cosas se hubiesen puesto feas, yo habría sido la primera en salir corriendo.

Lo sé, lo sé, pero no puedo evitar preocuparme cuando veo que estás en peligro.

Holst me pidió que te vigilase. Es lo menos que puedo hacer.

No sabía que seguías en contacto con mi hermano.

Bueno, aquello fue hace mucho. Me dijo que, si algún día le ocurriese algo, yo debía cuidar de ti.

¿Y qué podría pasarle a Holst? Es invencible.

Cierto. Pero ¿qué pensaría si se enterase de que te han herido en mi presencia? Ni hablar...

Es verdad. Seguramente te mataría.

No es ninguna broma. Aunque soy el famoso Rey de la Lucha, no me gustaría vérmelas con Holst.

¡Te partiría en dos! Aunque, si sacrificaras la vida para defenderme, Holst quedaría destrozado.

O sea, no tanto como si me ocurriese algo a mí, pero sé que le afectaría mucho.

Quizá, pero en ese caso no tendría nada que reprocharme.

Holst cree en mí tanto como yo en él.

Por eso, nunca lo defraudaría. Hablando de lo cual...

Aunque pienses que voy dando tumbos por la vida, no te preocupes. Me gustaría que tú también confiases en mí.

No puedo dejar de preocuparme a voluntad. No es así como funciona.

Cierto, pero llevo el modo de vida que llevo por voluntad propia. Si acabo perdiendo la vida antes de tiempo, ahórrate las lágrimas para mi funeral.

Me inquieta mucho que la gente hable de la muerte como si nada. Ni se te ocurra morirte, ¿entendido?