En esta carta va un pedacito de mi corazón. ¿Te importaría entregársela?... ¿Cómo? ¿A quién, preguntas? Pues a ese chico que trabaja sin descanso y al que le cuesta tanto expresar sus sentimientos. Ay, si es que es un primor...
Debo entregar esta carta. No tiene destinatario, pero solo hay un chico en el monasterio que trabaje sin descanso, a quien le cueste expresar sus sentimientos y al que quepa calificar de «primor», ¿no?
  1. Entrega la carta a su destinatario.
  2. Ve a informar a quien te hizo la petición.
¡Gracias! Lo he observado mientras leía la carta y diría que se ha echado a temblar. Qué mala pata...